
jueves, 5 de mayo de 2011
La isla de Aklan
Empezamos en el mejor momento del año, reconociendo lealtad a la luna que nos protege ahora que empieza a crecer con nosotros y dejando atrás un verano de colores y de fríos, de viajes y de músicas extrañas que iremos mostrando, y de cine de verano en nuestro jardín bajo las estrellas.
Mapa de las corrientes. (De Serafín Portillo)
Mapa de las corrientes
Serafín Portillo
Renacimiento
Sevilla, 2008
POESÍA
Ese instante de ausencia
en que tiembla, se agita y prevalece
un río sin origen.
De eso hablo.
Son los primeros versos del tercer poemario del plasentino Serafín Portillo (1961). Y desde ellos asoma la poética del libro: una reflexión serena y meditada sobre el tiempo y la verdad. Una mirada atrás, al niño que hemos sido y al hombre que hemos deseado ser. Y todo desde un presente en el que no terminamos de creer. ¿Sirve de algo hacernos tantas preguntas? Si sólo buscamos respuestas, no nos sirve. Lo que importa es el camino, el camino que marcan esas corrientes sin origen. Y no hay origen, aunque sí se vislumbra la memoria:
Me refiero al recuerdo
en que aún prevalecen
los restos de la infancia
(…)
Pero es mentira todo,
el recuerdo es mentira.
En esta indagación aparece la Poesía, quizá la única manera que conoce el poeta de tratar de no olvidar, aunque siempre quedará la duda de si nos permite o no alcanzar algo de plenitud:
Y me digo, si el verso es imposible
y no se justifica, ¿qué convoca?
(…)
¿serán nuestras palabras tan sólo un extravío?
La Poesía, para Serafín Portillo, es el único camino para recordar ese origen incierto de las corrientes:
Tal vez por eso escriba,
porque no cabe hablar de lo que no sabemos,
sólo expresar ese temblor
que nos alcanza más allá de cuanto
podemos entender…
Desde Extremadura, su campo y sus paisajes, Serafín Portillo nos ofrece la única respuesta que es posible:
La pregunta es lo que importa.
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miércoles, 4 de mayo de 2011
Fun home (Alison Bechdel)
Fun Home. Una familia tragicómica.
Alison Bechdel
Editorial Mondadori. Reservoir Books.
232 páginas.
NOVELA GRÁFICA
La mejor novela gráfica editada en España en los últimos años. El primer libro de Alison Bechdel (EE UU, 1960) da una vuelta de tuerca más al género híbrido entre el cómic y la novela.
Los que ya leímos y disfrutamos tanto a Frederick Peeters (Píldoras azules), o a Craig Thompson (Blankets), tenemos otra cita ineludible con esta brillante, divertida y muy emotiva historia. Los que no lo han hecho aún, tienen aquí una buena oportunidad para engancharse a este género.
Se trata de la autobiografía de la propia autora: la historia de un padre autoritario, (que siempre está leyendo o haciendo arreglos en la casa), y de una madre (con vocación de actriz y de pianista frustradas), que creían que se amaban, y que no terminan de convencerse de que ya son padres y las consecuencias que esto acarrea en sus vidas y en sus propios hijos.
El libro es también un recorrido íntimo por la mejor literatura universal del siglo XX, y una suerte de educación sentimental que va a llevar a la protagonista a preguntarse todo sobre sí misma y a ir sacando conclusiones que, como la vida misma, nunca dejarán de ofrecernos dudas.
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Novela gráfica
La Carretera (Cormac McCarthy)
La narrativa norteamericana está viviendo el mejor momento desde que terminara la II Guerra Mundial. Entre los consagrados: Pynchon, De Lillo y Philip Roth; de los más jóvenes: Foster Wallace. Al menos al nivel de los mejores está Cormac McCarthy.
Su última novela, la obra cumbre de una carrera llena de cumbres, es La carretera (Mondadori, 2007). Pulitzer y todos los premios del año en su país. Una historia a medias entre la Ciencia Ficción y el género apocalíptico. Tras una catástrofe, presumiblemente nuclear, un hombre y su hijo caminan por una carretera, huyendo del hambre y del frío hacia el sur, hacia el mar. Por el camino, un paisaje lleno de grises y tonos oscuros por donde no se puede ver el sol y apenas quedan seres vivos sobre la Tierra. Los hombres que quedan se agrupan en bandas que imponen el terror absoluto y que nuestra pareja protagonista va esquivando como puede. Todo apunta a una novela de género. La diferencia está en la escritura, en la economía del lenguaje que ya nos mostró McCarthy en sus otras obras y que aquí alcanza cotas de perfección con un lirismo al que sólo los grandes poetas pueden llegar. Los diálogos entre el padre y el hijo son pura poesía y pura verdad, contienen las preguntas esenciales sobre la vida y la muerte, sobre la verdad y la mentira, sobre el bien y el mal. La traducción de Luis Murillo, excelente, nos muestra un acabado muy cercano a lo que debe ser el original. Para muchos, la mejor novela de 2007.
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lunes, 2 de mayo de 2011
La isla de Aklan. Programa 1
Sida mental. (De Lionel Tran)
Sida mental
Lionel Tran
Editorial Periférica
155 páginas
15 euros
NOVELA
En 1986 el protagonista lee en un editorial sobre su generación: “Es una juventud que padece sida mental. Ha perdido su inmunidad natural. Todos los virus degenerativos la afectan.”
La impagable labor de rastreo que realizan los editores de Periférica a lo largo de toda Europa y Sudamérica no deja de procurarnos gratas sorpresas. Un buen ejemplo es esta corrosiva novela del francés, inédito hasta la fecha en España, Lionel Tran (1971).
El autor bucea en los acontecimientos, públicos y privados, que han ido marcando su vida, y nos deja este documento sobre cómo le afectaron las relaciones: con su madre, producto desorientado, no sé si típico, del 68; con sus amigos y hermanas, con los que siempre se tantean planteándose relaciones de poder; y con los demás adultos, a los que no comprende.
Realismo sucio, en el sentido de que nos cuenta los hechos tal y como sucedieron en su cabeza, cómo lo expulsaron del Paraíso, sin adornos, sin retóricas vanas, pero siempre inquietante. Realismo sucio del que siempre nos llega.
domingo, 1 de mayo de 2011
Verdetriste
Cada vez me acompaña más la soledad (…) Antes de comer me voy a dar unos paseos por el jardín, que huele verdetriste, que perfuma de ausencias y de nada. En la parte de atrás había un chopo blanco que olía a galgo y a Soria. Ahora mismo no sabría decir si sigue ahí o lo talaron por alguna razón. Voy a levantarme a mirarlo.
Así es, son días que huelen verdetristes. Mi jardín también huele así. No hace ni un mes que murió Bergman y ayer murió Paco Umbral. Así acaba el libro de los suyos que más ha llenado mi vida, Diario político y sentimental. No es la maravillosa elegía novelada de Mortal y rosa ni la lengua afilada y punzante, a veces también certera, de Las palabras de la tribu, pero tiene mucho de ambos y de todos sus libros y sobre todo tiene su prosa, una prosa que siempre extraía belleza de donde no la había, una prosa que se convertía en la auténtica protagonista del libro, de todos sus libros.
Hacía ya bastante tiempo que sus artículos dejaron de interesarme. Demasiados agradecimientos. A Pedro J. Ramírez por montar su proyecto sobre la piedra angular de su artículo diario, y lo que es mucho peor, a Aznar por el Cervantes. Claro que lo mereció, pero también creo que ahí fue donde empezó a dejarnos. La maldición del Cervantes que sólo se saltó Torrente Ballester con Filomeno a mi pesar.
Así es, son días que huelen verdetristes. Mi jardín también huele así. No hace ni un mes que murió Bergman y ayer murió Paco Umbral. Así acaba el libro de los suyos que más ha llenado mi vida, Diario político y sentimental. No es la maravillosa elegía novelada de Mortal y rosa ni la lengua afilada y punzante, a veces también certera, de Las palabras de la tribu, pero tiene mucho de ambos y de todos sus libros y sobre todo tiene su prosa, una prosa que siempre extraía belleza de donde no la había, una prosa que se convertía en la auténtica protagonista del libro, de todos sus libros.
Hacía ya bastante tiempo que sus artículos dejaron de interesarme. Demasiados agradecimientos. A Pedro J. Ramírez por montar su proyecto sobre la piedra angular de su artículo diario, y lo que es mucho peor, a Aznar por el Cervantes. Claro que lo mereció, pero también creo que ahí fue donde empezó a dejarnos. La maldición del Cervantes que sólo se saltó Torrente Ballester con Filomeno a mi pesar.
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