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martes, 24 de mayo de 2011

Fotopoemario (Joan Brossa y Chema Madoz)


Fotopoemario
Joan Brossa y Chema Madoz
La Fábrica Editorial
ISBN: 978-84-96466-5-6
89 páginas
22 euros
Madrid, 2008

Una colección de imágenes de uno de nuestros fotógrafos más internacionales comentadas por el mejor de nuestros poetas visuales.

Las contraportadas mienten. Joan Brossa no comenta las fotos de Chema Madoz. Lo que nos ofrece este libro es mucho más atractivo: es un proceso de creación conjunta. La interrelación entre dos de nuestros artistas más destacados se inicia desde el momento mismo de la creación. El libro está editado por La Fábrica, que es una de las editoriales interdisciplinares más interesantes de estos últimos tiempos. Pero cuando creen que ayudan al lector simplificando contenidos se equivocan. Un libro de fotos comentadas puede ser interesante; este libro lo es mucho más.

        Fotopoemario nace de la admiración mutua. Un Chema Madoz que allá por 1992, cuando tras años de aprendizaje que ya habían dado resultados brillantes, descubre el objeto ideal de su mirada artística, conoce la obra de un muy veterano Joan Brossa. Años más tarde escribirá que de él recibió su primera cura de humildad.

        Cuando Brossa descubre después las fotos de Madoz ocurre algo parecido: dice reconocer a su hermano.

        A partir de ahí es inevitable conocerse y profundizar cada uno en la obra del otro.

        Este libro es el resultado de un trabajo conjunto. Doce fotos y doce poemas y un lema que se aplica habitualmente a la obra de ambos:

Nada es lo que parece.

        Cada foto de Madoz, cada poema de Brossa, posee esa doble articulación. Lo que parece y lo que es. Y nunca estamos seguros de cuál de los dos ámbitos es el más cercano a lo real. Igual podemos aplicar ese lema a la unión de ambos poemas. Las fotos de Madoz son poesía lírica, del mismo modo que García-Alix nos cuenta historias aunque tampoco exentas de ese lirismo. La mirada más penetrante del lector reconocerá en cada texto algo que lo relaciona con las fotos. Y lo mismo podemos decir de cada foto. Parece que cada pareja (poema-foto) se crea conjuntamente, a partir de la anterior. Habría que preguntarle a Chema Madoz. A Joan Brossa ya no es posible, aunque sabemos que se ha de sentir orgulloso del libro conjunto con su hermano.

martes, 17 de mayo de 2011

Crepúsculo de otoño


En el cielo azul
escribo con el dedo.
Crepúsculo de otoño.

Con el haiku inmortal que nos legó hace 250 años el japonés Issa Kobayashi, dejamos constancia de nuestro estupor ante el azul del cielo en el otoño de la sierra. Ya ha entrado el frío aunque no excesivo y aún sin demasiadas lluvias. El otoño nos trae a la sierra a Chema Madoz que nos ofrece algunas de las claves de su obra en una charla acompañada por algunas de sus fotos más hermosas.



        Sería una bonita foto: en el cielo, escribiendo con el dedo como si fuera un lapicero:

Crepúsculo de otoño

        En otro de sus haikus inmortales, Kobayashi se refiere a la luna menguante como al lento deshielo lunar. Metáfora apropiada a estos días en los que también menguan nuestras fuerzas. Estos días transcurren veloces, sin apenas dejarnos tiempo para nada. La contemplación del jardín va quedando relegada y siempre nos gustó disfrutar de la mutación de los colores. Del verde verano al dorado otoñal. El cielo salpicado de estrellas, sin apenas luna que las difumine, requiere del mismo modo toda nuestra atención.